Ahorro, inversión y diversificación. Aprende todo sobre inversiones financieras.
La inversión financiera tiene como punto de partida el ahorro y como necesaria consecuencia la diversificación. El ahorro de dinero, el excedente o diferencia entre sus ingresos y gastos corrientes, es necesario para constituir un fondo de reserva, como complemento de la financiación de necesidades futuras, y de un fondo de emergencia, para atender los imprevistos cuando se presenten.
El objetivo de la inversión financiera no debe ser solo salvar el poder adquisitivo, también debe procurar una revalorización que prime el esfuerzo y mantener la facilidad de conversión en dinero (liquidez).
Aspectos como la edad o la situación familiar son condicionantes del tipo de inversión financiera a llevar a cabo. Pero de la capacidad para generar ahorro, de la constancia y de la cantidad de ese ahorro, dependerá en gran medida la correcta distribución entre distintos tipos de inversión y la diversificación entre diferentes estilos y horizontes temporales.
El corto plazo existe en las inversiones financieras.
Los modelos de Inversión en Valor (Value Investing) y de Inversión Indexada, orientados al largo plazo, si bien comparten los cimientos de la paciencia, constancia y disciplina, ni son únicos en cuanto a tipo de inversión, ni exclusivos de la inversión en renta variable y cuentan con distintos estilos en cuanto al modo de llevarlos a cabo.
Son dos estrategias que polarizan la atención y preferencias de un buen número de inversiones, hasta el punto de llevar a muchos a la imprudencia de confiar todos los ahorros al mismo tipo y estilo de inversión, cuyo elevado rendimiento se manifiesta como una media de rentabilidad en el largo plazo, no exenta de volatilidad en el corto plazo. ¿Y si surge un imprevisto y la inversión financiera aún no está en positivo?
Olvidar la inversión en renta variable a largo plazo implica, en la mayoría de los casos, incurrir en un coste de oportunidad, pero desatender el corto plazo supone un riesgo que no debe permitirse. Tener cierta seguridad en la capacidad de atender un imprevisto en el corto plazo, es necesaria para soportar las variaciones en las inversiones a largo plazo.
La mejor gestión patrimonial es la que incorpora una correcta diversificación de las inversiones financieras, con capacidad de atender cualquier necesidad de dinero a corto plazo. Es algo que debe tener presente su asesor financiero.
La inclusión de fondos de inversión de bajo riesgo, en activos monetarios o de bonos muy seguros, aporta estabilidad al rendimiento de la cartera sin que, en periodos de muy largo plazo se produzca un deterioro de la rentabilidad final.
Los siguientes gráficos muestran la rentabilidad media anual de distintos grupos de activos, entre los que están los fondos de inversión en dinero, fondos de inversión en deuda de los gobiernos y la deuda de empresas de mayor calidad (IG – Investment Grade), en Estados Unidos en la primera imagen y en Europa para la siguiente.
Cuánto mayor es el plazo, menor es la diferencia de rentabilidad comparada entre las inversiones financieras más estables y las acciones.
Recuerde que, si quiere tranquilidad económica en su futuro, el ahorro es imprescindible, la inversión obligatoria y la diversificación entre estilos y plazos necesaria.
Responsable de formación de Merisa Patrimonios.